: La Realidad de El Trabajo con Corporaciones Policiacas | |||
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LA REALIDAD DE EL TRABAJO CON CORPORACIONES POLICIACASPOR LIC. VICTOR MAURICIO LUNA TELLEZ, julio 2009Todos los que en algún momento hemos trabajado entrenando grupos k-9, estamos consientes de las circunstancias adversas en que en ocasiones nos encontramos, casi siempre resultante dela falta de información y la suma ignorancia de los que llevan el mando dentro de las corporaciones. En ocasiones desde el mando que quiere que para cualquier situación se ocupe el equipo canino, y con el pensamiento de que el perro es capaz de resolver todo, sin excepción, sin estar limitadas al cansancio de los elementos y sus manejadores. Tratando de economizar en absolutamente todo, tanto en equipamiento como en la compra de suvenir y alimentación. Pasando por aquellos mandos que solo por razones políticas, llámese que por el simple hecho de tener una unidad de estas características para beneplácito de los votantes, y que se “vea” en donde se encuentran sus impuestos. Pensando que cualquier perro, absolutamente cualquiera cuanta con las aptitudes y actitudes suficientes para permanecer a estos escuadrones policiales. Incluyendo los mandos inferiores que sin ningún tipo de clasificación designan a los encargados de llevar directamente el control de estas unidades, sin importar si cuentan con las capacidades físicas y psicológicas. Para llevar el control de otro ser vivo, o para tener el criterio suficiente de en que momento se puede o no llevar a un perro a algún tipo de servicio, o en que circunstancia operativa puede dársele el comando de ataque o búsqueda. Muy probablemente en situaciones de riesgo no solo para otros oficiales sino incluso para la ciudadanía en general. En otras ocasiones , y mas comúnmente creo yo, en la falta de capacidades personales de algunos guías caninos, sin importar la innumerable y profesional capacitación, sin importar si toman seminarios y cursos con instructores del mas alto nivel, incluso también sin importar que estos mismos instructores los capaciten; solo basta con que este elemento no tenga la capacidad suficiente ya sea por inexperiencia o falta de sentido común en el aprendizaje o incluso por huecas experiencias propias, para que una unidad canina no salga a flote y se quede estancada en el rezago de la desobediencia y el conformismo de estos mismos individuos Y que lo anterior redunde en ocasiones en relegar a una unidad canina al olvido y al mas cruel abandono. Así es amigo lector, no siempre el trabajo de un instructor es el mas agradecido, y aunque me digan algunos colegas que es nuestra obligación crear conciencia en el mando policiaco y que de nosotros y de nuestros resultados depende que estas unidades salga a flote, o que es nuestro trabajo educar a todo aquel que quiere manejar o pertenecer a estas, tan encumbradas unidades, la realidad es que lo único que nos mantiene unidos a las corporaciones, ( aparte del cómodo sueldo mensual) es las ganas de trabajar y dar nuestro mayor esfuerzo para que se hable bien de nuestro trabajo. Por que estoy seguro que si por la mayoría de los instructores fuera y si tuvieran la decisión de hacerlo, designarían mejor a sus elementos, adquirirían el mejor equipo de trabajo, equiparían con todo lo necesario para hacer el trabajo cardiovascular y de obstáculos, designarían a un medico veterinario especializado que atendiera y llevara el control de salud directamente a todos los canes perteneciente a esta institución de seguridad publica, adquiriría ejemplares de las mejores sangres de trabajo y así mismo no tendríamos que pensar en otra cosa que no sea alcanzar el máximo nivel en entrenamiento k-9. QUE ASI SEA. AUTORPOR LIC. VICTOR MAURICIO LUNA TELLEZ, julio 2009 |
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